Para comenzar, el ingeniero francés Pascal Cotte asegura que La Gioconda tuvo, originalmente, cejas y pestañas. Sin embargo, este no es el único descubrimiento revelador. El experto también afirmó que Da Vinci habría intentado que la misteriosa mujer tuviera un rostro más ancho y una sonrisa un poco más expresiva. Desde hace siglos, miles de especialistas y aficionados arrojaron igual cantidad de hipótesis sobre la ausencia de estos detalles: algunos artista dijeron que Leonardo nunca llegó a pintarlas porque no terminó el retrato; otros que en aquella época, en Florencia, las mujeres se depilaban las cejas; y hasta se argumentó que fueron borradas en alguna restauración. Esta última teoría parece ser la correcta, según dice Pascal Cotte, ya que sobre el ojo izquierdo de la Mona Lisa existe una pincelada que lleva a pensar que se trataría de una ceja. La manta invisibleEl ingeniero también dijo que, mientras realizaba el cuadro, Da Vincil decidió cambiar la posición de los dedos de la mano izquierda de La Gioconda, hacer su sonrisa menos expresiva y su rostro más delgado. A su vez, sostiene que la mujer tiene en sus manos un manto casi imperceptible. Los colores"Para las próximas generaciones garantizamos que siempre podrán conocer el verdadero color de la obra", enfatizó Cotte, quien dice que la pintura original lucía azules claros y blancos brillantes, en lugar de los verdes, amarillos y marrones actuales, según publicó el diario Clarín. A la conclusión llegó gracias a tres mil horas de trabajo. Durante ese tiempo, y gracias a un escáner digital de 240 megapixeles y trece filtros de colores, tomó fotografías y amplió las imágenes hasta 24 veces. Claro está que, pese a este minucioso trabajo de investigación, miles de versiones seguirán corriendo.
martes, 23 de octubre de 2007
LA GIOCONDA
Para comenzar, el ingeniero francés Pascal Cotte asegura que La Gioconda tuvo, originalmente, cejas y pestañas. Sin embargo, este no es el único descubrimiento revelador. El experto también afirmó que Da Vinci habría intentado que la misteriosa mujer tuviera un rostro más ancho y una sonrisa un poco más expresiva. Desde hace siglos, miles de especialistas y aficionados arrojaron igual cantidad de hipótesis sobre la ausencia de estos detalles: algunos artista dijeron que Leonardo nunca llegó a pintarlas porque no terminó el retrato; otros que en aquella época, en Florencia, las mujeres se depilaban las cejas; y hasta se argumentó que fueron borradas en alguna restauración. Esta última teoría parece ser la correcta, según dice Pascal Cotte, ya que sobre el ojo izquierdo de la Mona Lisa existe una pincelada que lleva a pensar que se trataría de una ceja. La manta invisibleEl ingeniero también dijo que, mientras realizaba el cuadro, Da Vincil decidió cambiar la posición de los dedos de la mano izquierda de La Gioconda, hacer su sonrisa menos expresiva y su rostro más delgado. A su vez, sostiene que la mujer tiene en sus manos un manto casi imperceptible. Los colores"Para las próximas generaciones garantizamos que siempre podrán conocer el verdadero color de la obra", enfatizó Cotte, quien dice que la pintura original lucía azules claros y blancos brillantes, en lugar de los verdes, amarillos y marrones actuales, según publicó el diario Clarín. A la conclusión llegó gracias a tres mil horas de trabajo. Durante ese tiempo, y gracias a un escáner digital de 240 megapixeles y trece filtros de colores, tomó fotografías y amplió las imágenes hasta 24 veces. Claro está que, pese a este minucioso trabajo de investigación, miles de versiones seguirán corriendo.
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