Lo cierto es que el cuerpo humano no fue diseñado para ser lavado con jabón.
Los ácidos grasos que nos cubren están ahí por una razón; estas sustancias constituyen el cosmético natural de la piel que no solo le da una apariencia saludable y bella, sino que la protege de las inclemencias del medio ambiente, como el sol, los hongos y las bacterias.
Mucho del jabón disponible en el mercado actual no es hoy realmente jabón en todos, sino un detergente. Los detergentes son un producto basado petróleo, como la gasolina y el keroseno.
¿Has notado cómo el jabón regular hace que tu piel se sienta seca y tensa?
El alcalino, el irritante más común del jabón es a menudo el culpable. Otros de los ingredientes en jabón pueden causar irritaciones de piel severas en algunas personas. Éstos incluyen los ingredientes tales como DEA, alcohol isopropilo, BHT y Triclosan (encontrados comúnmente en jabón antibacteriano). El ingrediente más común de jabones de barra convencionales es el hipoclorito de sodio o hipoclorito sódico, (conocido popularmente como lejía, agua lavandina o soda cáustica). El jabón combina así el sebo, o la grasa vacuna, con la lejía, formulada para el jabón producido en masa ya que se procesa rápidamente, produciendo una barra dura de jabón, siendo así barata y abundante. El exceso de jabón o bien, el uso de uno no adecuado, puede resultar en una piel seca, pálida y de apariencia triste, y en alergias, picazón, infecciones por hongos y otras condiciones a las cuales los especialistas se enfrentan a diario.
Independientemente de la edad, limpiar y purificar la piel cada día sigue siendo el mejor tratamiento de belleza.
Sea cual sea el tipo de piel, la limpieza cotidiana es imprescindible para la efectividad de cualquier tratamiento, ya que una piel limpia es más receptiva a los productos cosméticos.
La limpieza del rostro es imprescindible tanto si se utiliza maquillaje como si se va con la cara lavada: por la noche para eliminar los restos de maquillaje o de polución que, si no, se acumulan sobre la piel; y por la mañana, para suprimir el exceso de sebo segregado durante la noche.
Hoy en día, el hecho de que existan opciones prácticamente ilimitadas significa que hay una limpiadora perfecta (o casi perfecta) para la piel de cada persona. El problema consiste en encontrar la mejor limpiadora para su particular tipo de piel. Mucho depende del método de prueba y error, pero existen algunos principios que le ayudarán a elegir.
El Jabón, Antes y Ahora
Los primeros jabones datan de la antigua Babilonia (alrededor de 2800 a. C.) donde, según la Asociación de Jabones y Detergentes, se hervían grasas con ceniza para elaborar una sustancia similar al jabón. Los antiguos egipcios combinaban aceites animales y vegetales con sales alcalinas para crear limpiadores que usaban tanto para tratar enfermedades cutáneas como para su aseo personal. Hasta el siglo veinte, esa técnica antigua permaneció como la base para fabricar jabón por medio de un proceso químico denominado saponificación. En este procedimiento, un aceite (animal o vegetal, o una combinación de ambos) se mezcla con una sustancia alcalina (como la lejía) para descomponer el aceite y convertirlo en glicerina y ácido graso; luego esa mezcla es neutralizada con sal o sal de potasio para obtener un pH de aproximadamente 8 ó 9. Puesto que el pH de la piel es alrededor de 5, en algunos casos estos jabones de alto pH irritaban la piel, problema que se resolvió con los adelantos actuales. "De hecho, actualmente pocos jabones, si los hay, se fabrican según ese proceso" dice el Dr. Draelos. "Esos jabones originales eran altamente irritantes, tenían un olor químico desagradable, no producían espuma, y dejaban una película en la piel y en el cabello. Actualmente, los fabricantes han aprendido a superar esos problemas. Casi todos los productos limpiadores de ahora contienen fragancia-aunque su etiqueta indique lo contrario, probablemente contienen una fragancia encubridora-así como ingredientes promotores de espuma, la cual facilita la distribución del producto sobre la piel, y muchos contienen ingredientes que ayudan a remover los depósitos minerales que pueden originar la formación de una película de jabón en la piel, en el cabello o en la tina". Con estos adelantos, se logra una sensación de mayor limpieza de la piel y un cabello más brillante y fácil de manejar.
Los Jabones 'Sindet" y los de Glicerina
Muchos jabones de hoy contienen un detergente sintético en lugar de un ácido graso neutralizado. ¿La gran ventaja? El pH de un producto limpiador hecho con detergente sintético (jabones 'sindet') puede ser regulado y el jabón será tan suave o tan agresivo como lo desee el fabricante, dependiendo de los surfactantes empleados. Actualmente, algunos fabricantes combinan la limpieza total de los ingredientes del jabón tradicional con la versatilidad del jabón 'sindet', dando como resultado lo que en la industria se conoce como 'Combars'. Los jabones de glicerina combinan usualmente aceites vegetales tradicionales (como el aceite de coco o tallow) con glicerina y emolientes para crear un producto limpiador suave que difícilmente irrita algún tipo de piel. Otra gran ventaja de los jabones de glicerina es su facilidad de enjuague-no dejan residuos sobre la piel...